25 Sep Inteligencia emocional, ¿funciona para el trabajo?
Alguna vez te han dicho algo como “todo lo tomas personal”, “eres muy impulsivo en tus decisiones”, “te enganchas con los clientes”, “aprende a escuchar a los demás”.
Seguramente, este tipo de llamadas de atención las escuchaste cuando, en efecto, sentiste que tus emociones (enojo, estrés, nerviosismo, decepción) se apoderaron de ti y te orillaron a ir por un camino que no fue el mejor. No obstante, recuperar el ritmo y evitar que esto te suceda es posible, y puedes lograrlo si moldeas un aspecto de tu personalidad denominado inteligencia emocional.
¿Qué es la inteligencia emocional? Pues nada menos que la habilidad de reconocer, regular y comprender las emociones, tanto en ti mismo como en los demás. La inteligencia emocional alta te ayuda a conectar con otras personas, forjar relaciones empáticas, comunicar de manera efectiva, resolver conflictos y expresar tus sentimientos. Por tanto, en el entorno laboral este tipo de inteligencia es muy valorada.
Daniel Goleman, en su libro La inteligencia emocional, menciona que el coeficiente intelectual parece aportar el 20% de los factores determinantes del éxito; mientras que la inteligencia emocional aporta el otro 80%. Entonces, vale la pena darle una revisada a tu
inteligencia emocional.
En el entorno laboral esta inteligencia se convierte en un factor prioritario, tanto en un equipo de trabajo como para la atención al cliente, y sin duda para ser o convertirse en un líder. Asimismo, contar con inteligencia emocional en el trabajo incluye el saber tener un autocontrol y autorregulación, lo que permite tener ese breve espacio de reflexión y análisis antes de tomar una decisión.
Los días laborales están llenos de retos: la tensión de llegar a la meta, al tiempo de liderar con la personalidad de nuestros clientes y gestionar a nuestros equipos, puede llevarnos a situaciones límite y a que el estrés gane terreno. Es en este punto donde la inteligencia emocional juega un papel importante, pues será la encargada de ayudarnos a manejar esas situaciones no previstas; además de desarrollar la empatía, para así comprender a los clientes o motivar y apoyar a los compañeros de trabajo, y manejar una crisis o un conflicto. Por si fuera poco, esta inteligencia genera mejores vínculos laborales al tiempo que incrementa la productividad.
Existen un modelo principal de inteligencia emocional desarrollado por Goleman, e incluye cinco atributos clave:
1. Autoconocimiento. La habilidad para comprender tus propias emociones. Tener autoconocimiento significa entender tus fortalezas personales, debilidades, valores, metas y el impacto en los demás.
2. Autorregulación. La habilidad de regular tus emociones. En lugar de actuar impulsivamente, los líderes con una alta autorregulación son capaces de detenerse y examinar sus emociones antes de reaccionar.
3. Motivación. Razón por la que quieres tener éxito. Reconocer tu motivación te ayuda a adaptarte.
4. Empatía. La habilidad de conectar con la forma en que otras personas se sienten. La empatía, a menudo, se considera la piedra angular de la inteligencia emocional, ya que es una base importante para otros estados emocionales.
5. Habilidad social. La habilidad para comunicarse y colaborar con otros. Goleman compara las habilidades sociales con la habilidad para guiar a otros y para promover tus ideas.
En resumidas cuentas, la inteligencia emocional es algo que todos tenemos, solo requerimos formarla. Por ello aquí te dejo diez ideas para mejorar (o construir) tu inteligencia emocional:
1. Escribe un diario. El primer paso de la inteligencia emocional es reconocer y entender tus emociones y el impacto de estas en tu entorno. Sin embargo, antes de que puedas comprender este impacto, necesitas entender lo que sientes. De manera que un diario donde escribas lo que sientes, tus valores, tus motivaciones y tus propósitos puede ser de gran ayuda.
2. Práctica mindfulness. La conciencia plena del aquí y el ahora te ayudará a regular tus emociones. Meditar es una buena herramienta para practicar el autocontrol de tu cuerpo y de tu mente, aumentar la paciencia y la tolerancia. Cuando meditas, mantienes tu atención y te olvidas de los pensamientos negativos que puedan estar llenando tu mente de mala energía. Meditar te ayudará con el estrés y la ansiedad.
3. Examina la situación sin juzgar. Intenta tener un punto de vista neutro en el momento de una crisis, esto te ayudará a entender qué emociones van llegando a ti y cuáles suman a tu objetivo.
4. Escucha activa. Es decir, escuchar para entender. El saber escuchar es clave para poder comunicarnos exitosamente. Trata de poner atención al lenguaje no verbal: el comportamiento, las emociones, los sentimientos e ideas que las personas están intentando expresar mientras se comunican contigo.
5. Reencuéntrate con lo que te motiva. Este es un ejercicio que debes practicar de manera cotidiana. De acuerdo con Goleman, la automotivación es la clave de la inteligencia emocional. Una forma que te puede ayudar es hacerlo visible: coloca esa idea motivadora o esa meta en un lugar que veas en todo momento (como el protector de pantalla de tu celular, computadora o tablet, o en el espejo). En fin, hazla visible de manera que puedas recordarla diario.
6. Busca a tus amigos o haz nuevos amigos. Gran parte de la inteligencia emocional se centra en la relación con los demás. Busca comunicarte con otras personas e intenta entender lo que piensan y sienten. Tus amigos serán un
excelente aliado en esta tarea, ya que con ellos te sentirás en confianza para expresarte.
7. Toma decisiones. El día a día está lleno de pequeñas decisiones que hacemos de manera inconsciente. Cuando tengas que tomar decisiones, no temas: es algo que haces todo el tiempo; de igual manera apoya a otros a tomar decisiones. Solo tomando decisiones se avanza.
8. Agradece los comentarios. Para muchos de nosotros, la reacción inicial a las críticas, incluso las constructivas, es inmediatamente negativa. Pero parte de tener una inteligencia emocional alta consiste en recibir bien los comentarios y
agradecerlos. Para lograr esto, reconoce el valor de los comentarios que te brindan. Cuando alguien comparte sus comentarios contigo, está haciendo un esfuerzo por ayudarte de alguna forma. Agradece las opiniones y tómalas como un gran regalo.
9. Cuando estés en duda, reflexiona. Desarrollar tu inteligencia emocional consiste,
en gran parte, en entender las emociones en el momento. Sin embargo, reflexionar sobre las experiencias pasadas te ayuda a desarrollar una inteligencia emocional a largo plazo; así al enfrentarte de nuevo a una situación similar, sabrás cómo actuar.
10. Resuelve conflictos. En una situación de conflicto nuestro primer impulso es rechazarla o ignorarla. Si el conflicto no se resuelve, permanecerá en ti y en tu equipo de trabajo, y podría convertirse en uno más grave. Así que enfrenta el conflicto atendiendo lo que sientes y piensas, y respeta lo que sienten y piensan los demás.
¿Estás interesado en hacer una mejor gestión de la inteligencia emocional de tus equipos de trabajo?
En SOUL podemos ayudarte. Contáctanos.
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