Libros de autoayuda, ¿sirven o no?

Libros de autoayuda, ¿sirven o no?

Cuántas veces, al encontrarte en un momento difícil de la vida, un amigo, familiar, incluso expareja te ha regalado un libro de autoayuda con título prometedor: “Sé feliz sin importar qué”, “Tú decretas tu éxito”, “Cuando todo está en tu contra, ahí está la oportunidad”, “La solución está en tus manos” y un largo etcétera.

Yo también he sido presa de los libros de autoayuda y he leído muchísimos: regalados y los que me he encontrado por ahí…; y es que, cuando uno transita por un momento de crisis, quiere encontrar la puerta de salida lo más rápido posible, y si un libro te ofrece una receta mágica para resolver todos los problemas, ¿qué tiene de malo intentarlo? Así hasta el psicólogo te ahorras.

Sin embargo, al terminar ese libro recomendado, resulta que no fue tan provechosa la lectura, que no encontraste la receta mágica y que las emociones relacionadas con tu situación dolorosa siguen ahí.

Los libros de autoayuda —incluidos los videos de autoayuda— no son malos por sí mismos, ya que están basados en conceptos generales y cuentan con un estilo literario muy particular. El efecto que tienen es que sientes esa fuerza que te ayuda a salir adelante mientras los lees —y es en ese momento donde los recomiendas—, pero una vez que terminas su lectura, el efecto ha pasado sin darte cuenta y regresas al estado de angustia o tristeza.

Entonces, ¿por qué tienen tanta audiencia los libros de autoayuda? Es difícil saberlo; sin embargo, al leer los títulos se encuentra la respuesta, apelan a algo que todo el mundo quiere y que, además, parece muy sencillo de conseguir: el éxito y la felicidad.

Vivimos en una cultura centrada en la inmediatez. En esta cultura tenemos miedo de perder lo que tanto esfuerzo nos ha costado construir (pareja, familia, trabajo, casa, incluso a nosotros mismos), y los libros de autoayuda refuerzan esta idea de autocuidado y de estar haciendo algo por mejorar algún aspecto de la vida.

El propio género autoayuda te hace partícipe y responsable de alcanzar tus objetivos, cuando, en realidad, la información y la guía es proporcionada por un gurú o experto, que insiste en que la clave del cambio está en ti mismo; por lo tanto, la satisfacción se logrará en la medida en que sigas paso a paso su procedimiento.

Entonces, ¿sí funcionan?   

A pesar del éxito que gozan varios libros de autoayuda, no hay evidencias científicas que afirmen su eficacia, indica la psicóloga María Vélez en su artículo “La verdad sobre los libros de autoayuda”. Esto podría deberse a que, por lo general, quien acude a esa literatura no presenta grandes problemas de los que curarse, sino que, más bien, necesita aprender a gestionar emociones o requiere de ciertas pautas para producir alguna mejora en su vida, mejora que, difícilmente, es cuantificable, menciona Vélez.

La lectura por sí misma es una actividad desestresante y estimulante, que te hace sentir bien. En este sentido, la lectura, sea de autoayuda o no, puede favorecer a comprender mejor las cosas de tu entorno actual, platearte retos, enfocar algunas actitudes o resolver ciertos miedos. De esta manera, si una persona tiene la intención de encontrar respuestas en un libro de autoayuda, es muy probable que estos libros le sean de utilidad.

Otro aspecto que puede dar en la clave para que los libros de autoayuda sean funcionales es practicar de inmediato lo aprendido, ser perseverante y repetir las acciones aprendidas, a pesar de que los resultados todavía no se aprecien; así como incorporar esos nuevos comportamientos a tu vida cotidiana.

Aspectos que debes considerar

Si al leer un libro de autoayuda no tienes un problema real, es probable que no te haga daño leerlo. En cambio, si cuentas con alguna dificultad que está afectando tu vida diaria, guiarse por un libro de ese tipo no es la opción más adecuada, pues ese tiempo perdido, que podrías invertir en un tratamiento, estaría agravando el problema y generando frustración por no sentirse como lo promete el libro.

Así pues, los libros de autoayuda pueden ser útiles, siempre y cuando seas consciente de su alcance. Cada persona posee sus propias características, miedos e incertidumbres, y el libro, que no deja de ser una mercancía, debe abarcar el mayor margen de compradores; de ahí que su contenido suela utilizar premisas e indicaciones ambiguas y generales. Mejor, si tienes un problema que te supere, solicita ayuda de un profesional.

No Comments

Post A Comment