Cómo reenamorarte de la pareja de tu vida…: tu trabajo

Cómo reenamorarte de la pareja de tu vida…: tu trabajo

En este mes del amor, qué tal enamorarte o reenamorarte de tu compañero incondicional de todos los días, la fuente de bienestar para ti y tu familia: TU TRABAJO.

Al igual que en las relaciones de pareja, donde la rutina y la falta de emoción van debilitando la relación, la relación con el trabajo también pierde su chispa.

Si cada vez que piensas en tu trabajo sientes un hueco en el estómago y te gustaría estar en cualquier lugar menos en él, es posible que la llama del amor laboral esté a punto de languidecer.

Es muy importante que identifiques las causas de la pérdida de esa chispa. Claramente puede ser multifactorial: falta de retos, trabajo rutinario, nulas oportunidades de crecimiento, ambiente laboral tóxico, etc.

Cualquiera que esta sea, es necesario que detectes cuáles son los factores que sí puedes controlar, es decir, lo que depende de ti para trabajar en ellos y dejar de frustrarte por lo que no está en tus manos.

Por eso, te comparto cinco ideas que pueden ayudarte a que el amor laboral renazca.

  1. Evita la rutina. Realiza pequeños cambios en tu trabajo y toma pequeños retos, como pedir una cita con tu jefe para proponer alguna idea. O bien, trata de reunirte con otros compañeros de trabajo que te den otra perspectiva de las cosas. También puedes cambiar a un horario híbrido, si tu organización lo permite, o intentar salir temprano y aprovechar ese espacio de tiempo para hacer ejercicio, estudiar algo diferente, como cocina, decoración, literatura, stand up, etc.
  2. Cambia de actitud. Si desde el domingo te predispones con malos pensamientos, cambia esas ideas: revisa qué es lo que en realidad te molesta de tu trabajo y modifica lo que sí está en tus posibilidades y acepta lo que no puedes cambiar; y si te das cuenta de que hay mucho por hacer, pon manos a la obra. Puedes cambiar de look: si vistes de negro, gris o café, usa colores, córtate el pelo, usa accesorios. Dibuja una sonrisa en tu rostro todas las mañanas y empodérate para ti y por ti.
  3. Ponte metas. Escribe tres metas de mediano plazo que puedas alcanzar en tu trabajo, ponle fechas y pasos a seguir. Recuerda: las metas no escritas y planificadas son solo deseos sin rumbo. Y no olvides medir tus avances.
  4. Agradece lo que tienes a través de tu trabajo. El trabajo tiene ese inevitable componente: da la facilidad para adquirir cosas materiales, con las cuales podemos darnos y darles alegrías a otros. Valora lo que tienes, lo que has logrado y lo que está por venir.
  5. Haz una pausa. En ocasiones, lo que nos cansa del trabajo es la rutina y esa cantidad de pendientes que nunca se acaba. Y el estrés combinado con el cansancio es el caldo de cultivo perfecto para el fracaso laboral. Cuando te sientas a punto de estallar, date pequeños breaks durante el día. Verás que incrementará tu nivel de productividad. En caso de que el agotamiento continúe, vete de vacaciones. No tienes que hacer un gran viaje ni hacer gastos, solamente salir de la rutina y cambiar de escenario.

Si nada de esto te funciona y de verdad tu trabajo no es lo que quieres desarrollar en tu vida personal y profesional, pide un cambio de área; y si tus objetivos personales no están alineados con la organización, es el momento de buscar un nuevo proyecto laboral.

Recuerda que el trabajo es un medio de crecimiento personal que complementa varias esferas de la vida, por ello persigue lo que te hace feliz, pues solo aquello que verdaderamente te apasiona llenará tus expectativas y te ayudará a alcanzar tus metas sin sentir una carga pesada.

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