Fiestas decembrinas, ¿ir o no ir?

Fiestas decembrinas, ¿ir o no ir?

Después de tres años en los que hemos transitado por aislamiento, trabajo híbrido y restricciones. Llegamos a las actividades y fiestas decembrinas. Y te preguntas si ¿debes estar presente en ellas o, mejor, quedarte en casa?.

Es muy probable que una parte de ti se sienta lista para ir a una fiesta y convivir con gente, y otra parte de ti elija estar en casa, aislado y sin peligro a contraer ningún contagio (o recontagio). Asimismo, pasa por tu mente cómo te sentiste cuando te enfermaste, cómo enfermaron tus amigos y familiares, y sobresale la idea: “¿Para qué exponerme?”.

Es normal sentir miedo o inseguridad, pero aislarse tampoco es la solución. Retomar la normalidad es un proceso que a todos nos sigue costando. Aun así, si tu idea de mantenerte aislado persiste, evalúa si no estás pasando por una etapa de ansiedad, que puede llegar a convertirse en depresión.

El cierre de Fin de Año es, para muchos de nosotros, un balance y un recuento. Sin duda, has pasado por varias experiencias desagradables y quizás evalúes que este año no fue tan positivo, y apreciar esta evaluación puede generarte angustia y frustración; incluso puedes sentirte solo por extrañar a ese ser querido que ya no está contigo.

¿Cómo saber si estás pasando por una depresión de Fin de Año?

  1. Te sientes vacío o con alguna tristeza sin causa, o has perdido interés por casi todas las actividades que antes realizabas.
  2. Angustia: sientes que empezará otro año sin que hayas alcanzando tus metas.
  3. Sensación de fracaso: constantemente estás analizando tus derrotas y ves el futuro desesperanzador.
  4. Problemas para dormir o exceso de horas de sueño.
  5. Falta de apetito o apetito en exceso.
  6. Problemas de concentración: se te dificulta iniciar y desempeñar adecuadamente tu trabajo.

 

Si algunos de estos síntomas se presentan por más de dos semanas, es posible que estés pasando por un cuadro de ansiedad, el cual, como ya lo mencionamos, puede derivar en depresión. De ser así, es importante que consultes con un profesional de la salud emocional.

Adicionalmente, recuerda buscar alguna actividad física o recreativa que sea de tu interés, y llevar un diario de gratitud donde concentres las pequeñas cosas buenas, sin pasar por alto aquellas cosas simples que das por hecho.

De manera que no cuestiones tus decisiones pasadas o fracasos, mejor, ve el próximo año como una oportunidad de dejar atrás lo malo y comenzar de nuevo.

No Comments

Post A Comment