Emociones positivas – Pensamiento positivo

Emociones positivas – Pensamiento positivo

Las emociones positivas, como la alegría, la gratitud, el perdón, aumentan nuestra conciencia, atención y memoria. Nos ayudan a absorber más información, tener varias ideas en mente al mismo tiempo y comprender la relación que existe entre estas diferentes ideas.

Cuando las emociones positivas nos abren nuevas posibilidades, tenemos más capacidad para aprender y desarrollar nuestras habilidades, lo cual enriquece el desempeño en el trabajo.

Las personas con emociones positivas en su vida diaria suelen ser más felices, más saludables, aprenden mejor y son, por lo general, más sociables.

Permite que las emociones positivas sean más que las negativas

Cuando sentimos más emociones positivas que negativas, las situaciones difíciles son más fáciles de manejar, dado que aumentan nuestra resiliencia, amplían nuestra conciencia y nos permiten ver más opciones para resolver problemas.

Los estudios demuestran que las personas se sienten mejor y dan lo mejor de sí mismas, cuando tienen al menos tres veces más emociones positivas que negativas; esto se debe a algo que se llama sesgo negativo, el cual es una tendencia natural a prestar más atención a las emociones negativas que a las positivas. Si lo pensamos, tiene sentido: las emociones negativas hacen que prestemos atención a los problemas, y, a veces, son problemas que debemos enfrentar rápidamente. Prestar atención a las emociones negativas puede ser un mecanismo de supervivencia.

Sin embargo, la tendencia negativa tiene una desventaja: puede hacernos pensar que un día ha sido malo aun cuando hayamos experimentado la misma cantidad de emociones positivas que de negativas. Es necesario tener al menos tres veces más emociones positivas para inclinar la balanza y hacer que el día parezca un gran día.

Pon en práctica una actitud positiva todos los días

Generar hábitos que nos animen a sentir más emociones positivas puede ayudarnos a estar más felices, a tener un buen desempeño y reducir nuestras emociones negativas. Generar emociones positivas es especialmente importante si ya estamos enfrentando muchos sentimientos negativos, como temor, tristeza, enojo, frustración o estrés.

Generar un hábito de emociones positivas es sencillo; aquí te dejo dos herramientas de Mary L. Gavin, MD, de su artículo “El poder de las emociones positivas”.

  1. Detecta y ponle nombre a tus emociones positivas. Puedes conectarte con tus emociones en tiempo real, a medida que ocurren, o hacerlo al final del día, detectando cómo te sentiste en distintas situaciones. Cuando comiences a hacer esto por primera vez, probablemente necesites recordarte a ti mismo que debes concentrarte en tus emociones. Pero, al igual que con cualquier hábito, se volverá más fácil cuanto más lo hagas.
  2. Escoge una emoción y haz lo necesario para aumentarla. Tal vez puedas repetirte “puedo hacerlo” antes de presentar algún proyecto.

Las emociones positivas te hacen sentir bien y son buenas para ti. Presta atención a estas poderosas herramientas y busca maneras de hacerte un tiempo para ellas en tu vida diaria. Siempre debe haber tiempo en tu día para la diversión, el entretenimiento, la amistad, la relajación, la gratitud y la amabilidad. Convierte estas cosas en un hábito y estarás positivamente más feliz.

1 Comment
  • Alma
    Publicado 19:32h, 22 mayo Responder

    Muy interesante y muy real

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