Emociones, ¿Qué son?

Las emociones son las reacciones físicas que todos experimentamos en diferentes situaciones que se nos presentan.

Todos conocemos las emociones: alegría, tristeza, miedo…, y resulta quizás absurdo hablar de ellas; pero no por ser conocidas dejan de tener complejidad, ya que un mal manejo de las emociones puede llevar consigo el desarrollo de un problema de salud emocional más complejo.

Cuando perdemos el control de las emociones, estas pueden convertirse en ansiedad, estrés, ira; incluso en depresión, y es cuando empieza el problema, pues no todos somos conscientes de este cambio y sus consecuencias en la salud.

Las personas que desarrollan trastornos emocionales no pueden (o no logran) regularse, es decir, las situaciones de estrés continuado las desbordan y, sin una buena gestión o expresión emocional, van creando con el tiempo cada vez más angustia, hasta llegar a situaciones donde todo escapa a su control.

Entonces, ¿son malas las emociones?

Ninguna emoción es mala, simplemente nos ayudan a adaptarnos, en otras palabras, son señales que nos apoyan a sobrevivir en nuestro entorno.

Las emociones responden de manera rápida ante aquellas situaciones que atentan contra nuestra integridad, sin embargo, también influyen de forma muy importante en la motivación, el aprendizaje, toma de decisiones, cognición, conducta y adaptación.

Como ya lo descubriste es necesario conocer tus emociones, el modo como reaccionamos a diferentes momentos y situaciones, encontrar el equilibrio entre la mente y las emociones, dado que las emociones que no regulamos hoy nos desbordarán mañana, y si esta situación se vuelve crónica pueden aparecer condiciones como la ansiedad generalizada y la depresión, tal como lo indica Ma. Carmen Rodríguez Álvarez, en su artículo “Cómo afectan las emociones a nuestro cerebro”.   

Cómo influyen las emociones en nuestro pensamiento

Las emociones tienen cierto poder sobre los pensamientos y, en esencia, es posible que la primera lectura de una nueva situación se enfoque en la emoción. Expertos afirman que las emociones pueden plantear las bases para el pensamiento que está por venir; esto ocurre porque las emociones aparecen antes de los pensamientos y pueden funcionar frente amenazas inminentes cuando existe poco tiempo para pensar. 

En ese sentido, son importantes en la toma de decisiones: sirven como fuente de motivación para seleccionar y tomar las medidas adecuadas, y porque toman el control y desencadenan respuestas conductuales inmediatas en una fracción de segundo.

Por ello, es de suma importancia conocer cuáles emociones mejoran nuestras decisiones y cuáles no debemos permitir que avancen en el momento de tomar decisiones importantes.

Estados emocionales positivos, como la alegría, la motivación o el entusiasmo, facilitan la toma de decisiones, la planificación y generan en la persona un estado de expansión y creatividad; por tanto, generando un estado afectivo positivo, tendrás un mayor número de soluciones novedosas e ingeniosas.

Así que identifica tus emociones positivas ¡y brilla!