Cómo ejercer la resiliencia en el entorno laboral

Cómo ejercer la resiliencia en el entorno laboral

En el entorno laboral hay que mantener una actitud de calma frente a la adversidad, de serenidad en situaciones o proyectos estresantes, incluso hay que aprender a sobreponerse rápidamente de los fracasos para poder seguir impulsando con éxito nuevas iniciativas. Eso es lo que llamamos resiliencia en el trabajo, una de las habilidades más demandadas de los últimos tiempos.

Según la psicóloga Susan Kobasa, hay tres elementos que son claves para la resiliencia en el trabajo: desafío, compromiso y control personal.

Cuando se enfrentan a una dificultad laboral, las personas con gran capacidad de recuperación lo ven como un desafío que hay que superar. Comprometerse con una meta o creencia mantiene a las personas resilientes con los pies en la tierra, además de darles un propósito para levantarse de la cama cada mañana. También tienden a enfocar su tiempo y energía en las cosas que pueden controlar y en las que pueden tener el impacto más significativo. Esto no sólo proporciona seguridad y mayor confianza, sino que también reduce el estrés innecesario que se genera en torno a esos otros eventos sobre los que no se pueden controlar.

Independientemente de nuestra posición laboral, todos podemos desempeñar tareas con un poco más de resiliencia para hacer frente a las demandas diarias del trabajo.

Por ello, aquí te comparto algunos consejos de Cristina del Amo, de su artículo “¿Qué significa para ti la resiliencia personal, por qué te importa y cómo puedes construirla?”, para responder mejor a los desafíos de tu entorno laboral.

Evalúa tu posición actual

Da un paso atrás y entiende la situación en la que te encuentras: ¿estás en el lugar donde quieres estar?, ¿qué hay en tu lista de tareas?, ¿lo estás haciendo por ti mismo o por alguien más? Al plantearte preguntas como estas, puedes comprender mejor tus necesidades y prioridades, lo que ayudará a poner todo en perspectiva. Luego puedes ver dónde estás y evaluar si estás gastando energía excesiva o sometiéndote a un estrés innecesario.

Establece metas inteligentes

Establecer metas realistas y alcanzables tiene beneficios significativos para ti mismo. Primero, te ayuda a enfocarte y te da un sentido de propósito; en segundo lugar, te permite dividir las tareas grandes en objetivos más pequeños, haciéndolos manejables, y esto evita que te sientas abrumado y, al abordar un proyecto en el trabajo paso a paso, hace que las tareas sean mucho más fáciles de superar.

Reconoce tus errores

Muchos de nosotros tenemos miedo de cometer errores o ser rechazados, sin embargo, las personas resilientes ven el fracaso y el rechazo como escalones hacia su meta. Ver los errores y fallos pasados de manera más positiva, y como pasos necesarios para acercarte a tus objetivos, demostrará tu capacidad de recuperación personal.

 

Practica la atención plena

Para muchos, la atención plena es una ruta efectiva para crear resiliencia. Al liberar tu mente dejas más espacio para la resolución de problemas e inspiración que te ayudará a sobrellevar mejor la presión. Date tiempo para prepararte para las tareas diarias, como llamadas o reuniones, y para reflexionar sobre ellas después; cuando trabajes en proyectos intensivos, establece pequeños descansos o diversifica el trabajo para tener la oportunidad de hacer cosas diferentes durante el día.

Cuida tu bienestar

Cuando las cosas parecen ir cuesta abajo, puede ser muy fácil descuidar tus propias necesidades. Perder el apetito, ignorar el ejercicio y no dormir lo suficiente son reacciones comunes a la presión, y esto es perjudicial para tu bienestar físico y salud mental. Al ocuparte de tus propias necesidades, protegerás tu salud en general, aumentará tu capacidad de recuperación y estarás completamente preparado para enfrentar los desafíos de la vida.

Acepta el cambio

La flexibilidad es una parte esencial de la resiliencia. Al aprender a aceptar el cambio, estarás mejor equipado para responder a cualquier problema inesperado que pueda surgir. A menudo esto implica aumentar la curiosidad y apertura a nuevas experiencias y salir de la zona de confort, tanto dentro como fuera del trabajo. Estar abierto al cambio puede brindarte oportunidades que tal vez no hayas considerado antes.

Aprende cosas nuevas

Para adaptarte al cambio, necesitas ser un aprendiz continuo. Si bien el tiempo para familiarizarte con otro nuevo concepto o habilidad en un día ya lleno de gente puede parecer contraproducente, es importante no obsesionarse por hacer las cosas de la manera tradicional o convencional. Al abrir tu mente a nuevos métodos y formas de pensar, es probable que, más adelante, encuentres que vale la pena hacerlo.

No te obsesiones con el trabajo

Tener sentido de la responsabilidad es importante, pero debes saber cuándo tienes que detenerte. Obsesionarse con el trabajo, en especial cuando las cosas no van bien, puede llevar fácilmente al exceso de trabajo y, eventualmente, al agotamiento. Si las cosas se ponen difíciles, no te arriesgues y recuerda que puedes pedir ayuda y orientación a un terapeuta profesional.

 

Y recuerda: las personas resilientes no sólo sobreviven a situaciones estresantes, sino que también prosperan en ellas, lo que aumenta su potencial de crecimiento y productividad.

1 Comment
  • Alma
    Publicado 19:47h, 22 mayo Responder

    Ahora que regresamos al entorno laboral la resiliencia se convierte en una gran herramienta

Post A Comment