Miedo a equivocarse y tomar decisiones

Miedo a equivocarse y tomar decisiones

La vida es un cúmulo de decisiones. Casi sin darnos cuenta, todos los días y en cada momento tomamos decisiones: ¿qué comer?, ¿qué vestir?, ¿qué decir?

Pero, ciertas veces, el miedo nos inunda y decidimos no tomarlas para que alguien más las tome por nosotros. Porque, básicamente, lo que tenemos es miedo al error.

Sin duda hay de decisiones a decisiones, algunas son muy simples; otras pueden cambiarnos la vida, de ahí que el miedo a equivocarse sea el temor al que nos enfrentamos al tomar decisiones.

Cuando se está por tomar una decisión, miles de dudas se agolpan en nuestra mente, mientras que la inquietud, el peso de la responsabilidad, la angustia y la incertidumbre pueden llegar a paralizar y hacernos vivir de forma pasiva.

El miedo a equivocarse es una realidad y un temor muy válido, pues es el eterno «¿y si me equivoco?», que puede llegar a paralizarte, lo que convierte al miedo a equivocarse en una auténtica pesadilla, así lo indica la Psicóloga Gema Sánchez Cuevas en su artículo “El miedo a equivocarse, el enemigo de las decisiones”. Ahora bien, no es tanto la situación en sí, sino cómo la percibimos cuando tenemos que decidir; es decir, cómo vemos y experimentamos aquello que nos está pasando, algo que, en realidad, depende de nuestras características personales y de las capacidades que hemos adquirido con el paso de los años.

Así, si nos sentimos incapaces y no válidos, será mucho más fácil que la ansiedad, la angustia y el estrés aparezcan en sus formas más intensas hasta llegar a paralizarnos. En cambio, si pensamos que esa decisión es difícil, pero que podemos llevarla a cabo puede que dichas emociones aparezcan en sus formas más leves o no aparezcan. Lo que sí sucederá es que no dejaremos pasar tanto el tiempo entre dudas e interrogantes, afirma Sánchez Cuevas.

Según el psicoterapeuta Giorgio Nardone, uno de los mayores expertos en ansiedad y pánico, el miedo a equivocarse puede presentarse de tres maneras, dependiendo de la percepción de la situación y la intensión del mismo:

  • Leve: la persona manifiesta una indecisión constante y ansiedadelevada antes de decidir, pero, mientras tanto, aparecen los resultados de su decisión; por lo que buscará apoyo y tardará en tomar la decisión.
  • Medio: la indecisión es tal que afecta a la eficiencia personal y profesional; los tiempos de actuación son más prolongados y pueden llegar a la incapacidad de no decidir. De hecho, es común que se deleguen responsabilidades a otras personas y la ansiedad sea constante.
  • Severo: se bloquea el proceso de toma de decisión y la persona intenta por todos los medios no decidir. Es muy probable que se experimenten ataques de pánicoy episodios de depresión, ya que la persona se percibe como incapaz de asumir tal responsabilidad, además de no válida.

 

Decidir es renunciar y, por lo tanto, abrir la posibilidad de errar; ambas condiciones son vinculantes. Entonces, ¿por qué nos da tanto miedo equivocarnos?

La sociedad nos vende la cultura de la perfección, de la infalibilidad. Creemos que la persona respetable o la que ha triunfado en la vida ha tomado las mejores decisiones y que nunca, ni por asomo, se ha equivocado.

Malcolm Gladwell, en su libro Outliers, indica que para que alguien pueda ser considerado como experto en su área, debe trabajar por los menos diez mil horas en ello, equivocarse, ser rechazado, caerse, levantarse y volver a empezar.

Sin embargo, el ser humano es enemigo del fracaso, ya que una de las principales consecuencias del fracaso es la insatisfacción personal. Aunque sea parte de nuestro aprendizaje y crecimiento, lo más natural es el error, y también qué hacemos con él cómo lo sobrellevamos.

De acuerdo con Nardone, el factor fundamental que determina que una persona sea capaz de asumir la responsabilidad de una decisión es la gestión del miedo o, lo que es lo mismo, de no dejar que el miedo a equivocarnos nos gane terreno y sea el que mande sobre nosotros.

A continuación, te comparto algunas estrategias que propone Sánchez Cuevas para afrontar el miedo a tomar decisiones:

  1. ¿De qué tienes miedo, es el fracaso o es algo más?
  2. ¿Qué consecuencias habrá?, ¿cómo te afectará?, ¿estás dispuesto al riesgo?
  3. ¿Cuántas posibilidades tienes?, ¿hay más de una?
  4. Si ya tomaste una decisión, ¿cómo la llevarás acabo?
  5. Pide ayuda, pero empodérate de tu decisión.
  6. Si te equivocaste, el error no es una medición de lo que somos, si no de nuestra experiencia.
  7. Si te equivocaste, ¿cuál es la solución?

 

Por último, para liberarte del miedo sé flexible, ve tus temores como recursos y siéntete capaz de hacer aquello que has decidido.

 

1 Comment
  • Alma
    Publicado 20:00h, 22 mayo Responder

    En mi vida he pasado muchas veces por estos miedos
    Esta lectura me ayudo mucho

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