¿Es posible controlar el estrés en mi vida?

Vivimos en un torbellino de actividades, que abarcan el trabajo, la casa y la familia, de manera que, en ocasiones, eres como un malabarista que maneja varias pelotas en el aire, y esto hace que la gente que te rodea te diga que te relajes, que medites o que te des un respiro; y tú, celoso de tu tiempo, decides ignorar esas sugerencias.  

Por ello, te quiero compartir diez estrategias fáciles que te ayudarán a lograr que ese estrés disminuya.

1. Atiende una cosa a la vez. Es muy estresante estar cambiando de una tarea a otra, así que en la próxima actividad que hagas, olvídate de todo lo demás y permanece presente en esa única tarea. Recuerda que los resultados son más importantes que el tiempo que tardas en conseguirlos.

2. No intentes controlar lo que no está en tus manos. Lo que te causa estrés es el miedo, no los factores externos, como tus responsabilidades en el trabajo, los problemas de tu jefe o tus temas familiares. Eso y más es parte de la vida. No obstante, se convierten en una fuente de estrés cuando temes fracasar, a no agradar a los demás y a no ser lo suficientemente bueno. El caos y la incertidumbre no son malos, entonces, debes confiar en que todo va a estar bien y sentirás menos estrés.

3. Acepta a las personas como son. No te enojes con las personas por lo que no son; mejor, acéptalas y no intentes cambiarlas. Ahórrate el estrés innecesario.

4. Cuando sientas que las cosas te sobrepasan, sal a caminar (10 minutos, mínimo), de esta manera despejas tu mente y te das un respiro. Y no pienses que durante ese reposo estás perdiendo el tiempo, al contrario, cuando retomes tus tareas, avanzarás más.

5. Práctica mindfulness. Observa tu respiración, camina, lávate los dientes, cocina con conciencia plena; esto es, identificar cómo cada parte de tu cuerpo participa en esa respiración, en ese caminar, en esa acción.

6. Debate tus ideas. Identifica si es una creencia o es una idea real y no te claves con las creencias falsas.

7. No te compares. Sigue tu propio camino y escribe tu propia historia.

8. Cuando te preocupas por no tener la vida que idealizas o que deberías tener, te pierdes de la belleza de lo que ya tienes. Todos los días, antes de dormir, reflexiona y piensa en tres cosas buenas que te hayan ocurrido durante el día y agradécelas.

9. Busca el equilibrio. Tu cuerpo y tu mente están conectados, así que cuando no encuentres alivio, utiliza tu cuerpo para calmar tu mente. Si modificas cómo usas tu cuerpo puedes influir en tu estado mental y transformar tu actitud. Por ejemplo, puedes ponerte erguido y plantar una gran sonrisa en tu cara, o respirar profundamente y estirar tus brazos hacia arriba. No lo olvides: tu cuerpo es la mejor herramienta para cambiar tu actitud y aliviar el estrés de forma inmediata.

10. Haz ejercicio. Trata de hacer ejercicio varias veces a la semana. Busca un deporte que te guste y no lo abandones. Durante la práctica, liberarás tensión y despejarás la mente de los problemas del trabajo y de la vida cotidiana.