¿El liderazgo está en el detalle o se llama micromanagement?

¿El liderazgo está en el detalle o se llama micromanagement?

El mundo empresarial conlleva grandes exigencias. Vivimos en la cultura del perfeccionismo donde los errores no son permitidos. En busca de esta perfección, los ejecutivos intentan tomar el control de todas las tareas, olvidándose de delegar.

¿Eres de los líderes que les mandan infinidad de mensajes por WhatsApp a los miembros de tu equipo?, ¿Escribes correos a tu personal durante todo el día, esperando una respuesta casi inmediata?,  ¿Te altera que el trabajo en línea no te permita controlar lo que tu equipo hace?

Si respondiste afirmativamente a alguna (o más) de estas cuestiones, estás ejerciendo micromanagement, que consiste en un estilo de gestión caracterizado por tratar de tener un control absoluto de las actividades.

Esta forma de liderazgo puede transmitir a tu equipo una sensación de desconfianza y, finalmente, afectar la productividad, que es justo lo que no quieres como líder. En otras palabras, estás generando estrés en el entorno laboral.

Existen algunos signos que te pueden indicar que vas en ese camino. Por ejemplo:

  • Dificultad para delegar tareas. Te sientes incapaz de depositar nuevas responsabilidades en tus colaboradores.
  • Incapacidad para reconocer el talento. Te consideras demasiado exigente, tanto que puedes llegar a ser muy crítico con tu equipo, de tal manera que algún miembro se sienta incómodo.
  • Infravalorar las opiniones de tu equipo. Con frecuencia consideras que tu experiencia es mayor y que las opiniones de quien te reporta no son tan expertas a la hora de afrontar los proyectos.
  • Desconfianza hacia los nuevos colaboradores. Sueles recibir a los nuevos miembros del equipo con desconfianza y pensar que no están lo suficientemente calificados.
  • Ansiedad e irascibilidad. Dado que el micromanagement consume mucho tiempo y recursos, al ejercer este tipo de liderazgo puedes llegar a sentirte sobrecargado de trabajo, mostrando algunos rasgos de ansiedad y enfado por asuntos menores.

 

¿Cómo evitar el micromanagement?

Algunos conceptos generales del micromanagement pueden ser aplicados en momentos puntuales o en ciertos proyectos, pero recuerda: implementarlo como modelo de gestión habitual no es recomendable.

Esto no quiere decir que no sea necesaria una supervisión y seguimiento de las actividades, sino que la confianza en el equipo es uno de las características indispensables para hacer que todo funcione correctamente y ser un buen líder.

Aquí te dejo siete estrategias para ir resolviendo esta práctica insana de liderazgo:

1.    Evita poner el ojo en cada actividad de tu equipo. Como norma general, opta solamente por supervisar. Cuando la implementes, te darás cuenta de que tendrás más tiempo para otras cosas.

2.    Genera reuniones donde los colaboradores puedan expresar sus opiniones. Eso incluye las críticas hacia la manera de trabajar de la empresa y cuestiones relacionadas con la creatividad para tener un mejor desempeño.

3.    Aumenta la carga de responsabilidad de tu equipo de trabajo. Hay colaboradores que se sienten estancados, pues sienten que no tienen forma de progresar. Esto sucede cuando los líderes siempre son los que llevan a cabo los proyectos más importantes y el resto siempre hace tareas repetitivas

4.    Brinda mayores libertades a las decisiones individuales de tu equipo. De esta manera, notarás una mejoría en la autoestima de cada uno de ellos. Incluso, podrías sorprenderte con cualidades que desconocías de tus colaboradores.

5.    Pregunta a tu equipo cómo es su nivel de satisfacción. Notarás que ellos también necesitan espacio y confianza para encarar sus responsabilidades. Si lo haces, sin dudas la productividad aumentará.

6.    Capacita a tu equipo. Si consideras que hace falta liderazgo o algún aspecto técnico, bríndale a tu personal la herramienta para ello; con esto te sentirás con la tranquilidad de saber que pueden cumplir los objetivos encomendados.

7.    Transfórmate en un mentor. En caso de que no cuentes con las herramientas para capacitar, sé tú el facilitador del aprendizaje de tus colaboradores. Práctica la escucha activa y reconoce sus talentos, enséñales y comunica lo que se quiere lograr, asegúrate que no tengan dudas y de transmitirles que comparten un objetivo en común.

8.    Sal de tu zona de confort. En ocasiones el micromanagement al ser un síntoma de inseguridad, te hace permanecer en lo conocido y por ello dejas de depositar la confianza en tu equipo, trabaja en ti, en tu seguridad y en que has formado bien a tus colaboradores.

En resumen, el micromanagement tiene consecuencias muy negativas en la organización y en los equipos de trabajo: genera inseguridad, falta de comunicación, mal clima laboral y rotación de personal. Así que trabaja primero en ti y luego en tu equipo, verás que tendrás más tiempo para las cosas importantes y dejarás de observar aquellos detalles que solo te distraen de lo realmente importante.

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