¿Soy procrastinador o tengo un problema de ansiedad?

¿Soy procrastinador o tengo un problema de ansiedad?

Procrastinar significa entrar en una dinámica de conducta en la que predominan frases como «lo hago mañana» o «esto, mejor, lo dejaré para después». Cuando esta tendencia de aplazar indefinidamente tareas o acciones importantes se repite una y otra vez, puede llegar a constituirse un verdadero problema de salud emocional, con un subsecuente costo en la vida personal y en la vida profesional.

Sin embargo, la procrastinación puede ser no solo una conducta asilada, sino en realidad un problema de ansiedad.

De acuerdo con Laura Palomares, en su artículo “Procrastinación: ¿qué es y cómo puedes superar este problema?”, esta ansiedad existe, dado que determinadas actividades nos hacen sentir ansiosos, a tal grado que nos conducen a no querer ni si quiera pensar en ellas, arrastrándonos hacia rutinas de distracción, como ponernos a navegar en redes sociales, salir a fumar, ir a la cocina a comer sin hambre, o incluso tomar una siesta en horas no propicias.

Procrastinar por ansiedad es un fenómeno en el cual una persona adopta una estrategia de gestión de las emociones basada en la evitación; es decir, los intentos por suprimir de la mente todo aquello que le haga pensar en un problema que le genera ansiedad, y suprimir también los lugares y las rutinas diarias que la expongan a aquello que le recuerda lo que le preocupa.

Así pues, dice Palomares, esta forma de procrastinación es una especie de huida, basada en comportarse como si aquello que nos hace sentir ansiosos no existiera. Caer en esta dinámica hace que vaya pasando el tiempo y no nos decidamos a pasar a la acción para solucionar el problema, lo cual hace que este se vaya haciendo cada vez más grande, aumentando así la intensidad del malestar.

De este modo aparece un círculo vicioso en el que la ansiedad y los patrones de evitación se van retroalimentando, reforzándose entre sí y haciendo que la persona tenga menos control sobre la situación. Por un lado, la persona siente un bloqueo mental ante la idea de centrar su atención en el problema a resolver; y por el otro, siente que ese problema es tan grande que lo mejor es huir de él, pero a la vez la persona nota cómo muchas de las cosas que ve y oye a lo largo del día le recuerdan eso en lo que quiere evitar pensar, generándole mayor ansiedad conforme pasa el tiempo.

Entonces, ¿cómo lograr superar el problema de ansiedad y dejar de procrastinar? Aquí algunos consejos de Laura Palomares:

 

  1. Usa técnicas de relajación contra el estrés y la ansiedad

El hecho de notar que hay un problema urgente se mezcla con las ganas de no sufrir por pensar en él, y el desgaste mental que esto genera hace que aumente la sensación de que no se está preparado para atender ese asunto en el aquí y el ahora.

Por eso, las técnicas de relajación son útiles, las cuales te ayudarán a desconectarte por un momento para volver a encarar el problema con nuevas energías y sin esa sensación de vulnerabilidad.

  1. Incorpora rutinas de refuerzo de la autoestima

La baja autoestima también juega en nuestra contra a la hora de intentar superar la procrastinación por ansiedad: si nos infravaloramos, tenderemos a huir de las tareas y responsabilidades que en realidad sí podríamos resolver. Además, a medida que el tiempo va pasando, el sentimiento de culpa hace más mella en las personas que tienen autoestima baja o muy débil.

Por ello, acostúmbrate a pensar en aquellas cualidades personales que te gusten de ti. Para lograrlo va bien escribir en un diario de autocuidados, en el que te hables como si fueses otra persona a la que quieres ayudar, recordándole lo que ha conseguido, así como sus habilidades y características positivas.

  1. Reajusta tus prioridades ante una autoexigencia excesiva

En algunos casos, nuestro principal problema no es tanto la falta de autoestima, sino el hecho de ser muy ambiciosos con nuestras metas inmediatas. Una autoexigencia demasiado alta puede generar bloqueo por un aumento de ansiedad.

Si estamos siendo demasiado perfeccionistas, es importante romper con la dinámica de procrastinación ―en este caso mantenida por el miedo al fracaso―, estableciendo una cadena secuencial de tareas a realizar y abordándolas una a una, empezando por la menos laboriosa e inmediata. Una vez que hayamos dado los primeros pasos, será mucho más sencillo seguir avanzando.

  1. Lleva un estilo de vida saludable

Si estamos físicamente mal, seremos presa fácil de los problemas de ansiedad, y estos, a su vez, nos expondrán a los patrones de comportamiento ligados a la procrastinación. Por eso, duerme las horas suficientes, lleva un estilo de alimentación adecuado y haz ejercicio con regularidad aunque solo sea en niveles moderados.

  1. Busca ayuda de un especialista en salud emocional

La ansiedad es un mecanismo de defensa que actúa para proteger al individuo ante ideas que no puede afrontar. La atención terapéutica te ayudará a vencer pensamientos catastróficos, así como a ser funcional y volver al ritmo de vida anterior.

De igual manera, las personas que muestran dificultad para expresar cómo se sienten y sus emociones, también presentan más propensión al bloqueo y a la procrastinación en determinados contextos, ya que no se ven capaces de afrontar ciertas situaciones.

Recuerda que el apoyo terapéutico es un medio para lograr tus objetivos: tú determinas metas y tiempos.

 

 

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